domingo, 26 de mayo de 2013

El ingrato mundo de los colores y las murrinas.

Buenas a todas y todos,

Hoy me paso para enseñaros cómo he aprovechado una murrina que prometía, pero no cumplió mis expectativas.

Una murrina sencilla, con un degradado desde azul a fucsia, ambos perlados, colores muy trabajados en cuanto a tonos y primera murrina montada en rectángulo degradado.




La envolvemos en una lámina de azul más oscuro, e iremos aplastando hasta tener una murrina plana. La partimos en trozos largitos y montamos con churros azules entre medias, también forrados con el azul oscuro. Ya sabéis, se hace un cilindro grueso, se envuelve bien, cuidando la junta de unión y la rotarlo en varios grosores para que dé más juego.





Finalmente hacemos una murrina caleidoscopio de seis lados y lista. ¿Lista? pues lista, lista... no, porque los colores son muy bonitos pero poco contrastados. De hecho, el azul claro se ha perdido entre el degradado, y aunque está presente porque la materia no se destruye, la vista no la aprecia, que es lo que interesa en estos casos ¿no? Tal vez si hubiera puesto más churritos... pero ya era tarde, así que vamos con el plan B.
Pensaba forrar un huevo con ella, pero entre que no me convencía mucho, que no tenía claro si era lo suficientemente grande para forrarlo y que la técnica que nos enseñó Balkis mola más, pues decidí reciclarla. Primero la metí en la churrera y bien, quedó un azulejo super mono.



Pero como la murrina va igual de lado a lado, no había casi variación, así que he optado por otra cosa: hacer una flor. En primer lugar había que reducir la murrina hasta que el tamaño del pétalo la hiciera manejable, el primer corte que se ve en la foto, no lo era. Imaginaos montar esa pedazo de flor con cinco pétalos. En el tamaño reducido, es otra cosa. Además, como los churros azules se van aproximando, toman protagonismo y me gusta más. El resto no tiene mucha ciencia, montar los pétalos, el centro va con esta otra murrina con translúcido y el contorno también con translúcido levemente teñido con rosa por esas cosas del toqueteo, vamos que se me "contaminó" con restillos que había por la mesa, en las cajas... ¡qué sé yo!


Aquí veis más o menos el tamaño inicial de la murrina, que empecé a dar forma de pétalo y descarté, la murrina ya reducida, la flor ya montada y el reducido final.
No veo el momento de encontrar un proyecto con esta flor como elemento principal, estoy deseando cocerla para lijar y pulir. Aquí es donde alguna/o que me conoce dice: ¡pobrecita se nos ha vuelto majara! Pues no, de verdad que estoy deseando ver cómo queda pulida, porque la flor promete y seguro que cumple.

Me ha encantado, sobre todo hacerla porque he conseguido que los pétalos se mantengan redondos a pesar de lo reducido de la murrina. Como vuelve a hacer frío, he podido trabajar con PREMO y ha funcionado fenomenal.
Espero que os guste tanto como a mí.
Un saludo.

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