miércoles, 29 de agosto de 2012

Reciclando y... reciclando.

Buenas y calurosas tardes. Este verano parece que no quiere irse. Las temperaturas a que estamos acostumbrados en estas fechas, desde mi cumpleaños, vaya, suelen ser bastante más fresquitas aderezadas con alguna tormenta estival que nos refresca las noches y los días. Este año, sin embargo, los calores se nos han instalado perezosamente y no quieren marchar. El calor me incita a vaguear y mis labores languidecen al compás del abanico, sí, ya sé que lo que prima en estos tiempos es el aire acondicionado, pero es menos poético ¿no? En fin, que este verano ha sido el de la cocina. La ha guinda ha sido uno de mis regalos de cumpleaños, la panificadora del Lidl.
Vayamos por partes, porque si sigo así, el título de esta entrada no tendrá sentido.
Esta mañana estaba poniendo un poco de orden en la despensa y me he encontrado esto:

¿quién sabe qué es? Bueno, vale. Os pongo otra foto un poco más alejada


Y otra de lado


Pues es una base giratoria para la tele, que estaba durmiendo plácidamente al fondo de una estantería de la despensa. ¿Que cómo llegó allí? A estas alturas todas o casi todas habréis hecho alguna mudanza. Al principio vas colocando todo bien, a los días de abrir cajas que inexplicablemente se reproducen por la noche, porque cada vez hay más en vez de menos, sucede lo inevitable, se van amontonando las cosas según los huecos que haya... ya veremos luego qué hacemos con ello. El problema es que ese luego no llega nunca y, al cabo de los años, te encuentras con sorpresas como esta. Con el "apagón digital" cambiamos de tele a una con base integrada, así que esta base giratoria la acabo de reciclar para decorar tartas.

Si la pongo en el borde de la mesa o encimera, queda perfecta para alisar los bordes con la espátula. ¿Qué os parece?

El segundo tema de reciclado es sobre la nata montada. Hace mucho calor y la nata hay que montarla muy fría y rápidamente. Peeeero, si nos pasamos batiendo, la muy desconsiderada se "corta" y se convierte en mantequilla por un lado y suero por otro. ¿Qué hacer con esto? Pues usarlo. Este verano, ya os he contado que he estado de repostera. He probado varias recetas de cupcakes o magdalenas, ya sé que alguna dirá que no son magdalenas, pues vale, pero las cápsulas en las que se hacen son de magdalena, así que no me voy a poner finolis con mis padres cuando se los doy a probar, les digo que son magdalenas especiales y todos contentos. A lo que voy, como la nata ya estaba cortada y con azúcar glas incorporado, del COMPRADO (menudo precio), me dije: de perdidos, al río. Así que añadí un chorro bueno de crema de orujo y seguí batiendo. Luego pasé la mantequilla por un colador para separar todo lo que pude del suero. Queda una mantequilla de aspecto granulado, pero si la extendemos sobre la mano podemos comprobar que tiene una textura ligera y sin grumos reales. Para mejorar el aspecto y poderla usar como decoración hay que escurrir bien el suero. Para ello la metí en una manga pastelera y la espachurré sobre un cuenco, esto hay que hacerlo varias veces para que la textura sea continua y podamos adornar bien las magdalenas. Las gotas de suero que van apareciendo se quitan. Os puedo asegurar que estaban deliciosas. No tengo fotos, porque no estaba segura de que quedara bien, pero la próxima vez que me pase las hago y edito esta entrada.
El último reciclado ha sido otro montaje fallido de nata. Estaba preparando el relleno para mi tarta de cumpleaños con mascarpone y azúcar glass, era un red velvet marrón (sigo detrás de los colorantes) y
cuando incorporé la nata... pues que se me cortó la muy petarda. Para la ocasión repetí el proceso con más cuidado y, al segundo intento me quedó perfecto. El tema era qué hacer con aquella mezcla de queso, azúcar y nata. Fácil, lo mismo que la vez anterior. El problema era el calor, mucho mayor y que también entraba en juego el mascarpone. No había manera de separar el suero, así que lo calenté al baño maría y obtuve una masa grasa de aspecto homogéneo y sabor espectacular, así que busqué una receta que tuviera mantequilla y leche, ajusté cantidades y añadí frambuesas frescas. El resultado han sido unas magdalenas espectaculares y un bizcochito delicioso. Aquí os dejo una foto del corte.
Por último también una foto del corte de mi primer pan hecho con la panificadora. Está muy bueno, aunque mejorable, estoy segura que ha sido un acierto total.
Aquí me quedo, la próxima entrada será de px, tengo una labor en marcha y prefiero avanzar un poco más antes de enseñarla. Disfrutad del verano que queda.

Un saludo.





domingo, 5 de agosto de 2012

In vía dei matti TERMINADO

Buenas tardes.
Están cayendo unas gotas que refrescan la tarde y me animan a ponerme al día con el blog.
Aquí os traigo una labor preciosa que he terminado durante unos días de vacaciones en Galicia. Allí, frente al mar y su susurro, he descansado, bordado y cargado pilas para volver a la rutina del trabajo y los calores madrileños. Como siempre he cambiado lo que me ha parecido, hilos principalmente, aunque también alguna letra. Lástima no haberme dado cuenta de que falta la Ñ. Suelo añadirla en mis labores, pero esta vez no me dí cuenta porque iba bordando según los colores y cuando quise hacerlo no había sitio, habría tenido que deshacer y no me apetecía. Ya deshice parte del árbol porque no me gustaba cómo iba cayendo el matizado... sí, soy un poco caprichosa con esas cosas, prefiero deshacer a pensar que otro color o tono queda mejor y no cambiarlo. Otra cosa es la Ñ, al fin y al cabo la leyenda está en italiano, así que me permito la licencia de no añadirla.
Espero que os guste tanto como a mí.
Un saludo.